Créeme que lo intentaba todo pero no lo sentía genuino, más bien se me hacia pesado. Lo que empezaba como un deseo de dar mi servicio, terminaba sintiéndose como una carga por todo el proceso que «tenia que tener» en el medio.

Pero ahora tengo mi propia forma de hacer las cosas, donde amo crear contenido de valor porque sé exactamente cual es mi intención y estrategia con el, conozco quién es mi clienta soñada, todo lo que creo lo hago pensando en ella y en como quiero que sea nuestra conexión, creo las landing pages de mis servicios o armo recursos en un suspiro porque me lo pongo muuy fácil y tengo claridad de su propósito.

Ya no creo en presionarme, ni sentir culpa por no estar presente en alguno de mis espacios como newsletter, podcast… porque lo llevo a mi ritmo y siento esa complicidad con las personas que me siguen (te juro que mi yo de antes no me creería nada de esto jaja). Esta es la razón por la que creé el sistema de la Espiral de Conexiones, para enseñarte otra vía totalmente distinta.